- Última actualización: abril 18, 2024
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Con una trayectoria de más de 30 años, esta empresa madrileña se especializa en el sector de las demoliciones y rehabilitaciones. El equipo, compuesto por profesionales con una media de 25 años de experiencia, dispone de todos los recursos mecánicos necesarios para garantizar la ejecución de cualquier tipo de demolición, transporte y gestión de residuos. Destacan por su vasta experiencia en proyectos que requieren certificaciones LEED, WELL, BREAM, entre otras. Su actividad se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional, y su mejor aval son las opiniones de sus satisfechos clientes.
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Las demoliciones son el proceso de destrucción controlada de estructuras, ya sean edificios, puentes, o cualquier otra construcción. Estas pueden ser parciales o totales, y se llevan a cabo por diversas razones, como la renovación de un espacio, la eliminación de estructuras inseguras o dañadas, o la preparación de un terreno para futuras construcciones. Durante una demolición, se utilizan herramientas y maquinaria especializadas para desmantelar o derribar la estructura de manera segura y eficiente
Las demoliciones en obra se refieren a la demolición de estructuras o elementos dentro de un sitio de construcción, como parte del proceso de construcción o renovación de un edificio. Estas demoliciones pueden incluir la eliminación de paredes, techos, suelos, o cualquier otro elemento que ya no sea necesario o que deba ser reemplazado. Las demoliciones en obra son realizadas por contratistas especializados, que se encargan de garantizar la seguridad y eficiencia del proceso
Existen varios tipos de demolición, que se utilizan dependiendo de las características de la estructura y las necesidades del proyecto. Algunos de los tipos más comunes de demolición incluyen: Demolición manual: se realiza utilizando herramientas manuales, como martillos, cinceles o sierras, y es adecuada para estructuras pequeñas o de difícil acceso Demolición por medios mecánicos: se utiliza maquinaria pesada, como excavadoras, grúas o martillos hidráulicos, para derribar o desmantelar la estructura. Este tipo de demolición es más rápido y eficiente, y se utiliza en estructuras más grandes Demolición por explosivos: se utiliza en estructuras muy grandes o en situaciones en las que no es posible utilizar otros métodos. Durante una demolición por explosivos, se colocan cargas explosivas estratégicamente en la estructura, que se detonan para derribarla Demolición por desmontaje: se utiliza cuando se desea preservar ciertos elementos de la estructura, como fachadas o elementos arquitectónicos. Durante esta demolición, se desmontan cuidadosamente los elementos que se desean preservar, mientras se eliminan los elementos restantes
El proceso de demolición puede variar dependiendo del tipo de estructura y los requisitos del proyecto, pero generalmente sigue los siguientes pasos: Planificación y permisos: se realiza una evaluación de la estructura y se obtienen los permisos necesarios para llevar a cabo la demolición. Remoción de materiales peligrosos: se retiran todos los materiales peligrosos de la estructura, como amianto o plomo, de manera segura y de acuerdo con las regulaciones aplicables. Preparación del sitio: se establecen barreras de seguridad y se prepara el sitio de demolición, asegurándose de que no haya personas o propiedades cercanas que puedan resultar dañadas durante el proceso. Demolición propiamente dicha: se lleva a cabo la demolición utilizando el método apropiado, ya sea manual, mecánico, por explosivos o por desmontaje. Eliminación de escombros: se retiran y se eliminan los escombros de manera adecuada, siguiendo las regulaciones y normas ambientales. Limpieza y restauración del sitio: se realiza una limpieza final del sitio y se llevan a cabo las tareas necesarias para restaurar el área a su estado original o prepararla para futuras construcciones
Antes de llevar a cabo una demolición, es necesario realizar una serie de tareas de planificación y preparación, que incluyen: Evaluación de la estructura: se realiza una evaluación detallada de la estructura para determinar su estado, identificar posibles riesgos y planificar el método de demolición más adecuado. Obtención de permisos: se deben obtener los permisos necesarios de las autoridades locales para llevar a cabo la demolición, y se deben cumplir con todas las regulaciones y normas aplicables. Notificación a los vecinos: se debe notificar a los vecinos y propietarios de propiedades cercanas sobre la demolición, y se deben tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad y minimizar las molestias. Remoción de materiales peligrosos: se deben identificar y eliminar todos los materiales peligrosos de la estructura, como amianto, plomo o productos químicos, de manera segura y de acuerdo con las regulaciones aplicables. Establecimiento de barreras de seguridad: se deben establecer barreras de seguridad alrededor del sitio de demolición para proteger a las personas y propiedades cercanas, y se deben tomar las medidas necesarias para minimizar el polvo, el ruido y otras molestias causadas por la demolición